
El objetivo de este blog es que ustedes puedan repasar los contenidos trabajados en cada clase, así como también el material usado durante las actividades. Creo que puede ser una herramienta muy útil para hacer un seguimiento día a día de los temas desarrollados. Cada entrada va a detallar los contenidos de la clase correspondiente al día que figura en la etiqueta y los materiales y tarea requerida para la clase siguiente.
En la Primera Clase hicimos un repaso general, a modo de diagnóstico, de conceptos centrales de la materia, tales como: libertad con responsabilidad; el Hombre como ser cultural; moral y ética; justicia social. Finalmente dejamos planteado el marco teórico dentro del cual se van a desarrollar los contenidos propuestos para este año. Para esto trabajamos con unos extractos del libro, "Facundo; civilización y barbarie en las pampas argentinas"; de Domingo Faustino Sarmiento.
Extractos del primer capítulo, Aspectos físicos de la república Argentina; caracteres, hábitos e ideas que engendra.
El continente americano termina al Sur, en una punta en cuya extremidad se forma el Estrecho de Magallanes. Al oeste, y a corta distancia del Pacífico, se extienden paralelos a la costa, los Andes chilenos. La tierra que queda al oriente de aquella cadena de montañas y al Occidente del Atlántico, siguiendo el Río de la Plata hacia el interior por el Uruguay arriba, es el territorio que se llamó Provincias unidas del Río de la Plata, y en el que aún se derrama sangre por denominarlo República Argentina o Confederación Argentina. Al Norte están el Paraguay, el gran Chaco y Bolivia, sus límites Presuntos.
La inmensa extensión del país que está en sus extremos es enteramente despoblada, y ríos navegables posee que no ha surcado aún el frágil barquichuelo. El mal que aqueja a la República Argentina es la extensión: el desierto la rodea por todas partes y se le insinúa en las entrañas; la soledad, el despoblado sin una habitación humana, son, por lo general, los límites incuestionables entre unas y otras provincias. Allí la inmensidad por todas partes (…).
(…)Si no es la proximidad con el salvaje lo que inquieta al hombre de campo, es el temor de un tigre que lo acecha, de una víbora que puede pisar. Esta inseguridad de la vida, que es habitual y permanente en las campañas, imprime, a mi parecer un carácter particular al ser argentino (…).
(…) pudiera señalarse como rasgo notable de la fisonomía de este país, la aglomeración de ríos navegables (…), pero estos inmensos canales excavados por la solícita mano de la naturaleza, no introducen cambio ninguno en las costumbres nacionales. El hijo de los aventureros españoles que colonizaron el país, detesta la navegación y se considera como aprisionado en los estrechos límites del bote o de la lancha.
De este modo el favor mas grande que la providencia depara a un pueblo, el gaucho argentino lo desdeña (…).
(…) De todos estos estos ríos que debieran llevar la civilización, solo uno hay que es fecundo en beneficios para los que moran en sus riberas: el Plata, que los resume a todos juntos.
En su embocadura están situadas dos ciudades, Montevideo y Buenos Aires, cosechando hoy alternativamente las ventajas de su envidiable posición. (…).
(…) Buenos Aires, ella sola, en la vasta extensión argentina, está en contacto con las naciones europeas; ella sola explota las ventajas del comercio extranjero; ella sola tiene poder y rentas. En vano le han pedido las provincias que les deje pasar un poco de civilización. (…).
(…) Esta llanura sin límites que desde Salta a Buenos Aires, y de allí a Mendoza, por una distancia de más setecientas leguas permite rodar enormes y pesadas carreteras sin encontrar obstáculo alguno, (…), constituye uno de los rasgos más notables de la fisonomía interior de la República. (…).
El pueblo que habita estas extensas comarcas se compone de dos razas diversas, que mezclándose forman medios tintes imperceptibles: españoles e indígenas. (…). La raza negra, casi extinta ya, excepto en Buenos Aires, ha dejando sus zambos y mulatos, habitantes de las ciudades. (…).
(…) Por lo demás, de la fusión de estas tres familias ha resultado un todo homogéneo, que se distingue por su amor a la ociosidad e incapacidad industrial. (…).
(…) el hombre de la ciudad viste el traje europeo, vive de la vida civilizada tal como la conocemos en todas partes; allí están las leyes, las ideas de progreso, los medios de instrucción, alguna organización municipal, el gobierno regular, etcétera. Saliendo del recinto de la ciudad todo cambia de aspecto: el hombre del campo lleva otro traje, que llamaré americano por ser común a todos los pueblos; sus hábitos de vida son diversos, sus necesidades peculiares y limitadas; parecen dos sociedades distintas, dos pueblos extraños uno del otro. (…).
(…) La vida primitiva de los pueblos, la vida eminentemente bárbara y estacionaria, la vida de Abraham, que el la del beduino de hoy, asoma en los campos argentinos, aunque modificada por la civilización de un modo extraño. (…). El progreso está sofocado, porque no puede porque no puede haber progreso sin la posesión permanente del suelo, sin la ciudad, que es la que desenvuelve la capacidad industrial del hombre y le permite extender sus adquisiciones. (…) La civilización es del todo irrealizable, la barbarie es normal, y gracias a las costumbres domésticas conservan un corto depósito de moral. (…).
Extractos del primer capítulo, Aspectos físicos de la república Argentina; caracteres, hábitos e ideas que engendra.
El continente americano termina al Sur, en una punta en cuya extremidad se forma el Estrecho de Magallanes. Al oeste, y a corta distancia del Pacífico, se extienden paralelos a la costa, los Andes chilenos. La tierra que queda al oriente de aquella cadena de montañas y al Occidente del Atlántico, siguiendo el Río de la Plata hacia el interior por el Uruguay arriba, es el territorio que se llamó Provincias unidas del Río de la Plata, y en el que aún se derrama sangre por denominarlo República Argentina o Confederación Argentina. Al Norte están el Paraguay, el gran Chaco y Bolivia, sus límites Presuntos.
La inmensa extensión del país que está en sus extremos es enteramente despoblada, y ríos navegables posee que no ha surcado aún el frágil barquichuelo. El mal que aqueja a la República Argentina es la extensión: el desierto la rodea por todas partes y se le insinúa en las entrañas; la soledad, el despoblado sin una habitación humana, son, por lo general, los límites incuestionables entre unas y otras provincias. Allí la inmensidad por todas partes (…).
(…)Si no es la proximidad con el salvaje lo que inquieta al hombre de campo, es el temor de un tigre que lo acecha, de una víbora que puede pisar. Esta inseguridad de la vida, que es habitual y permanente en las campañas, imprime, a mi parecer un carácter particular al ser argentino (…).
(…) pudiera señalarse como rasgo notable de la fisonomía de este país, la aglomeración de ríos navegables (…), pero estos inmensos canales excavados por la solícita mano de la naturaleza, no introducen cambio ninguno en las costumbres nacionales. El hijo de los aventureros españoles que colonizaron el país, detesta la navegación y se considera como aprisionado en los estrechos límites del bote o de la lancha.
De este modo el favor mas grande que la providencia depara a un pueblo, el gaucho argentino lo desdeña (…).
(…) De todos estos estos ríos que debieran llevar la civilización, solo uno hay que es fecundo en beneficios para los que moran en sus riberas: el Plata, que los resume a todos juntos.
En su embocadura están situadas dos ciudades, Montevideo y Buenos Aires, cosechando hoy alternativamente las ventajas de su envidiable posición. (…).
(…) Buenos Aires, ella sola, en la vasta extensión argentina, está en contacto con las naciones europeas; ella sola explota las ventajas del comercio extranjero; ella sola tiene poder y rentas. En vano le han pedido las provincias que les deje pasar un poco de civilización. (…).
(…) Esta llanura sin límites que desde Salta a Buenos Aires, y de allí a Mendoza, por una distancia de más setecientas leguas permite rodar enormes y pesadas carreteras sin encontrar obstáculo alguno, (…), constituye uno de los rasgos más notables de la fisonomía interior de la República. (…).
El pueblo que habita estas extensas comarcas se compone de dos razas diversas, que mezclándose forman medios tintes imperceptibles: españoles e indígenas. (…). La raza negra, casi extinta ya, excepto en Buenos Aires, ha dejando sus zambos y mulatos, habitantes de las ciudades. (…).
(…) Por lo demás, de la fusión de estas tres familias ha resultado un todo homogéneo, que se distingue por su amor a la ociosidad e incapacidad industrial. (…).
(…) el hombre de la ciudad viste el traje europeo, vive de la vida civilizada tal como la conocemos en todas partes; allí están las leyes, las ideas de progreso, los medios de instrucción, alguna organización municipal, el gobierno regular, etcétera. Saliendo del recinto de la ciudad todo cambia de aspecto: el hombre del campo lleva otro traje, que llamaré americano por ser común a todos los pueblos; sus hábitos de vida son diversos, sus necesidades peculiares y limitadas; parecen dos sociedades distintas, dos pueblos extraños uno del otro. (…).
(…) La vida primitiva de los pueblos, la vida eminentemente bárbara y estacionaria, la vida de Abraham, que el la del beduino de hoy, asoma en los campos argentinos, aunque modificada por la civilización de un modo extraño. (…). El progreso está sofocado, porque no puede porque no puede haber progreso sin la posesión permanente del suelo, sin la ciudad, que es la que desenvuelve la capacidad industrial del hombre y le permite extender sus adquisiciones. (…) La civilización es del todo irrealizable, la barbarie es normal, y gracias a las costumbres domésticas conservan un corto depósito de moral. (…).
Preguntas:
1) ¿Qué rasgos de la Argentina caracterizan, según Sarmiento, a la civilización, y cuales a la barbarie?
2) ¿Cómo define Sarmiento a la vida en la campaña?
3) ¿Cuáles serían, siguiendo el pensamiento de Sarmiento expresado en estos párrafos, los elementos de la sociedad moderna que podrían promover la civilización?
Finalmente decidí que para el desarrollo de la materia vamos a trabajar con el Manual de Santillana, que se titula, Educación Cívica 3; nuevamente Santillana; 2009. Consulten con sus padres si prefieren comprarlo individualmente o si prefieren hacerlo de forma colectiva. Si eligen esta última opción se puede conseguir un descuento del 20%.
En la próxima clase comenzaremos a trabajar con la primera unidad, La sociedad Argentina actual. Nos centraremos en la conformación de la población y las causas de su crecimiento.Recuerden que para introducirnos en el tema les pedí que respondan una serie de preguntas:
1) ¿De donde provienen tus ancestros?
2) ¿En que año y cómo llegaron?
3) ¿cuál fue la actividad que desarrollaron al llegar?
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAguanteee 3 b(LLL!
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