Cesar González
Camilo Blajaquis luce impecable. Toda su ropa es nueva. La vieja ya no le entra o estaba demasiado gastada. Así que, después de cinco años en prisión, invirtió unos pesos en la renovación del placard. “Tampoco creas que mi sueldo me alcanza para tanto”, aclara. Trabaja en la Secretaría de Cultura del Municipio de Morón, en tareas administrativas. “Hago un poco de todo”, resume, claramente más entusiasmado porque el mes que viene abrirá un taller de literatura en la villa Carlos Gardel, su barrio. Su lugar. Ahí se crió y ahí volvió apenas pudo. Cuando cayó preso por secuestro extorsivo, en 2005, tenía 16 y se llamaba César González. “No soy inocente, eso también forma parte de mi vida”, se hace cargo.
César pasó por los cuatro institutos de menores de Buenos Aires, y estuvo detenido en los penales de Ezeiza y Marcos Paz. En el Instituto Belgrano, un mago que daba un taller le prestó Operación Masacre, de Rodolfo Walsh. “Me metía fichas, me juraba que me iba a gustar y yo le decía que no me gustaba leer”, recuerda. Pero cuando se animó a abrirlo, el clic fue instantáneo. “No sé cómo explicarlo, me flasheó, sentía que quería saber cada vez más, que tenía que ir para ese lado.” Así se acercó a autores como Roberto Arlt y Baruch Spinoza, y ya nada fue igual. El cambio fue tan profundo que incluyó su nombre. “Quería uno artístico para mis primeros escritos, porque César González me sonaba muy común.” Se inspiró en el revolucionario cubano Camilo Cienfuegos y en Domingo Blajaquis, un militante peronista cuyo asesinato fue investigado por Walsh en ¿Quién mató a Rosendo?
Su revista literaria ¿Todo piola? fue editada mientras estaba encerrado. El título de la publicación esconde algo más que una simple pregunta. “Es una muletilla, pero quiero ir más allá. ¿Realmente está todo piola como nos lo venden?
El nuevo César, activo, curioso y agitador, despertaba odios en la cárcel. Los guardiacárceles no entendían por qué César escribía o se interesaba por restaurar una biblioteca, como hizo en el Instituto Luis Agote. “Nunca aceptaron que pensara. Me verduguearon”. Camilo no quiere más encierros. Ni en cárceles, ni en su barrio, ni en su propia historia. Salió hace cinco meses y, sediento, puso en marcha varios proyectos. Editó su primer libro de poesías, La venganza del cordero atado, y empezó a cursar Filosofía en Puán. “¿Cuántos pibes tienen título universitario? La exclusión que sufrimos es cultural, no es económica. Ahí sí que estamos adentro, todos queremos guita para las zapatillas, pero lo peor que nos hicieron fue condenarnos a la ignorancia.”
No se siente uno más en el barrio, ni en la facultad. Sabe que su caso es único y llama la atención. “Soy una anomalía del sistema. Es antinatural que un pibe de una villa piense como yo”.
Audio de "perros de la calle"
http://perros.metro951.com/2010/05/06/cara-a-cara-con-el-poeta-villero/
Blog de Cesar González
Puntos de venta de "Todo piola": Tucumán 1999 - Librería La Crujía. | Hipolito Yrigoyen 1584 - Librería de las Madres | Tinogasta 4929 - Kiosco de 9 a 21 hs (1 cuadra del Penal Deboto) | Honduras 4912 - Prometeo libros (suc. Palermo) | Carlos Calvo 578 - Librería Fedro | Bolivar 646 - San telmo, Librería La Libre | Bondpland 1660 - Stand de La Asamblearia en el “Mercado Bondpland” (miércoles, viernes y sábados de 10 a 20hs) | Morón 2453 - Casona de Flores (viernes desde 17 a 20 hs) | Puán 480 - Fac- de Filosofía y Letras (puestos de venta en el interior) | Ángel Gallardo 752 2° piso - Antena negra | Castelli 2050 (Ciudadela) - Espacio Cultural Será?
Gracias profe! muy piola.
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